Decartón nº13

19 05 2010

A continuación otra tira de Decartón. Esta vez no trata de ninguna anécdota. Solo es otra de las tonterías que se me ocurrían mientras estaba a lo mío en el trabajo.

Tras los primeros meses ya le cogí confianza al trabajo y de vez en cuando comentaba alguna de las ocurrencias que se me venían a la cabeza. por lo general nadie reacciona como en la tira, suelen reírse un poco y alejarse después con cualquier excusa. Al final era evidente que todo el mundo era algo friki, lo que pasa es que yo no me molestaba en ocultarlo.

La tira se me ocurrió cuando, precisamente, pasaba por el pasillo de Tenis un día lluvioso. Hacia la mitad del pasillo había un charco de agua provocado por una gotera en el techo. La gracia es que mientra en Tenis había un charco, en Naturaleza utilizaban los cubos de pesca para recoger el agua que les caía en su zona, en Fitness tuvieron que mover todo un pasillo unos centímetros para impedir que la ropa se les mojara y en Running tenían cajas de plástico cada pocos metros para impedir que se les encharcara la sección. Así que, como podéis imaginar, la tienda entera hacía aguas.

Estoy especialmente orgulloso de esta tira ya que es donde más recursos he utilizado. Recuperé el dibujo de la viñeta de la última tira para el diálogo principal y lo espejé para lograr el efecto de marcharse en el último cuadro. Amplié el fondo de la cuarta viñeta en la tercera para que coincidiese con el primer plano de la gota cayendo sobre el señor. Distorsioné un fondo donde salía techo para adaptarlo al hueco de la gota filtrándose en la segunda viñeta. Deformé los bocadillos para que esta vez se aproximasen a las cabezas de los personajes. En conjunto, no es nada del otro mundo, pero en estos detalles se nota que he dedicado más tiempo en la edición digital de esta tira que en algunas de las anteriores.

Sobre el dibujo he de decir que esta es la tira en la que menos he tenido que dibujar. Sólo son nuevos la escena de la gota cayendo y el personaje del señor. En el entintado decidí optar de nuevo por el bolígrafo de tinta líquida de 0.5 de grosor. Esta vez con mayor soltura para evitar los manchurrones que me salieron en la tira del pájaro (tuve que estar media tarde depurando las manchas en el ordenador). También dibujé y entinté al mismo señor enfadado, unas alas de murciélago y unas patas de araña para poder incorporárselas más tarde y tener con qué rellenar alguna viñeta que me quedase libre, pero al final no hicieron falta.

Ahora sólo me queda parodiar algo de Regreso al Futuro para cerrar la trilogía de peliculas de los 80.





Decartón nº12

5 05 2010

Esta es una historia real. Sucedió en Navidades. Unos pájaros se colaron (nadie sabe cómo) dentro de la tienda.

Las señoras de la limpieza recogieron sus cadáveres y los echaron al compactador de cartón, junto al resto de la basura. En la empresa se recicla todo… todo en el mismo sitio.

Esta tira no es muy graciosa, pero me parecía una anécdota demasiado curiosa como para no hacerla mención. Lo cierto es que los pájaros apenas afectaban a mi pasillo. Donde más problemas causaban era en la pared del pasillo de deportes colectivos donde estaban las camisetas de fútbol. Los pájaros se posaban en el saliente de la pared para descansar y se cagaban sobre las camisetas de la selección y otros equipos más importantes, así que tenían que tirarlas al compactador porque nadie iba a pagar los 50€ por una camiseta manchada de mierda.

Si, ya sé que son medidas drásticas: tirar la ropa que esté un poco manchada a la basura, pero debió ocurrir sólo unas pocas veces y, total, ¿para qué va a molestarse la empresa en dárselas a los empleados para que puedan usarlas después de lavarlas? ¡Eso es regalar gratis! ¡Y regalar gratis es lo mismo que dar dinero!

En esta tira he roto la composición de la primera viñeta para dibujar el techo de la tienda. Con todas las fotos que hice para los fondos nunca se me ocurrió que necesitaría el techo. También es la primera vez que utilizo un panel narrativo a modo de «voz en off» para meter al lector en situación. En la segunda viñeta la coronilla de la directora sobresale no por un error. Quise enfatizar la agresividad del personaje rebasando los límites de la viñeta como en la tira número 9. Además, este es la primera viñeta que «compongo» (ya que no hay ningún trazo dibujado) íntegramente en el ordenador. El resto de personajes son los compañeros de la sección en la que más tiempo pasé y el vigilante de seguridad, que después de tres años viéndome la cara no me llamaba por mi nombre.

Para los personajes hice el trazado a lápiz azul, entinté con bolígrafo de tinta líquida negro  de trazo 0.5 y lo escaneé. Para la primera viñeta dibujé el contorno de las lámparas fluorescente y las tuberías con un rotulador negro convencional, de los de punta redonda de toda la vida, y añadí los retoques como el falso techo de porespán y el pajarillo (que en realidad eran gorriones pero yo lo he puesto como si fuera un canario, porque si lo coloreo como un canario no se sabe qué diablos es ése borrón gris-marrón-verdoso con puntos negros que atraviesa la viñeta) con el mismo bolígrafo que los personajes.





Decartón nº11

22 04 2010

Tras el retraso de la tira anterior, vamos a intentar retomar el ritmo de publicación que seguíamos con las anteriores.

Esta anécdota sucedió en noviembre y muestra cómo en muchos sitios la falta de personal se refleja en una mayor carga de trabajo en los empleados.

Esta es una de las tiras en las que menos he tenido que dibujar. Tras casi una docena desde que comenzase a dibujar Decartón mi soltura con el Photoshop ha mejorado drásticamente y lo que menos tiempo me lleva son los fondos y los bocadillos. A destacar que esta es la primera tira en la que uso un bocadillo de pensamiento.

Dejando a un lado la edición digital. Lo más complicado de dibujar fue la directora del centro que, por si no habéis caído, es el rey Bowser Koopa, dibujado de espaldas. El por qué de este personaje para la directora hace referencia a que no hay nadie más por encima de ella dentro del centro, de modo que es como el jefe final de un videojuego. Por supuesto, simpre hay alguien que mande más que ella, los tíos que vienen de inspección mandan más que ella o eso pienso al ver que lo que ellos dicen la directora lo hace. Si tuviera que representar a los jefazos de fuera de la empresa serían cabecilla de Shadaloo y Michel D’Humières sería Mr. Bison.

El trazo de tinta en esta tira es un poco más grueso que en las anteriores porque usé un 0.4 en vez del 0.2 habitual.

Tiene gracia el mensaje de esta tira ya que no me renovaron el contrato por no tener «aspiraciones a corto o medio plazo dentro de la empresa».





Decartón nº10

8 04 2010

Demostrando que Decartón no se termina tras mi despido aquí dejo otra tira.

En un principio esta iba a ser la tira especial de Navidad. Luego, como ya imaginais, la sustituí a última hora por la del monstruocamión y dejé esta para hacer un especial de las rebajas. A estas alturas ya os habréis dado cuenta de que hace mucho que terminaron las rebajas. Lo cierto es que la empresa me chafó la broma al decidir, este mismo año, que no harían rebajas ya que «mantenemos precios mínimos durante todo el año». ¿A que suena muy bonito?

Lo del entrecomillado no se me ha ocurrido solo a mi. Todos los empleados entrecomillábamos la palabra «rebajas» cada vez que la decíamos. Más que nada porque los clientes se extrañaban de que no hubiera rebajas.

En cierto modo, esta tira también quería ser un recopilatorio de clientes pesados como si fuese un auto-homenaje a las tiras anteriores, a los orígenes. Luego pensé que era demasiado y modifiqué las situaciones esperando que coincidieran con la situación que se viviría tras las Navidades, durante las rebajas. Al final la empresa hizo su movimiento y la tira perdió su gracia.

A pesar de lo trillado que tengo el gag de un cliente preguntando al empleado por algo que no tiene absolutamente nada que ver con el lugar en que se encuentra, no me canso nunca de él porque es tan real como la vida misma. Para comprobarlo basta con coger cualquier chaleco gris, pegarle unas pegatinas azules donde ponga el nombre de la empresa y ponerse a hacer como que colocas algo, al instante aparecerá algún cliente preguntándote por cualquier otra cosa que no se encuentre en ése pasillo.

Para estas tiras, es evidente, recuperé algunos clientes de tiras anteriores. Desafortunadamente la tarea no resultó nada fácil ya que, lejos de usar el corta-pega en el photoshop, tuve que recortarlas a pulso de las tiras anteriores y definir de nuevo los contornos con el ratón. La moraleja de esto es que hay que guardar los trabajos en un formato que mantenga la superposición de capas de la imagen, ya que en JPG se queda todo como una capa y luego hay que andar recortando.

En los clientes nuevos y los escalones a lo «esto es Esparta» mantuve la técnica de trazado en lápiz azul, entintado en rotrin 0.2, escaneado y coloreado digital. En esta tira he decidido cambiar la composición de la viñeta final para causar más impacto.

Por cierto, y ya para cerrar la entrada, el mensaje entre paréntesis de esta tira es calcado al subtítulo de la película de Clerks (Kevin Smith, 1994).





Decartón nº9

16 03 2010

Esta semana comienzo la segunda tanda de tiras sobre Decartón.

Como me estoy empezando a dar cuenta de que para criticar a la empresa no se puede hablar sólo de sus clientes (aunque haya algunos que se merezcna un buen pulmon-aplauso en toda la cara) esta semana retomo el tema de las relaciones jefe-empleado. No voy a cebarme todo el rato en jefes que sueltan comentarios sarcásticos para hacer sentir mal a sus empleados. Esta vez hablaremos de los jefes que se creen graciosos pero acaban siendo unos pesados.

Y es que hay algunos jefes que te acaban comiendo la moral a base de contarte anécdotas insoportables en las que, a su parecer, ellos son los putos amos cuando en realidad en todo lo que consigues pensar es en que te dejen en paz. Lo curioso es que incluso dentro del círculo de jefes al que pertenece la opinión es la misma que en el círculo de empleados: que el tío es un fantasma (de ahí la coña).

En esta tira seguí el proceo que viene siendo habitual en mis trabajos: trazado a lápiz azul y entintado en rotrin negro de 0.2. Sin embargo, en esta ocasión, el reto me vino al intentar colorear el campo de absorción de la trampa de fantasmas en la viñeta 4. Al trabajar por capas tuve problemas para definir el contorno del foco y, donde ya se me fue la mano, para el rayo de contención utilicé dos trazos al 50% de opacidad para no tabar el dibujo del jefe. Más tarde pensé que debería haber bajado la opacidad del campo de absorción, para que se pudiera ver el fondo a través del tono amarillo, pero aquello ya me pareció rizar el rizo y, en cualquier caso, me da la sensación de que tampoco queda tan mal. Los fondos campian en las tres primeras viñetas para representar el paseo por toda la tienda con el pesado del jefe detrás dando el coñazo.

También quiero resaltar el uso de la fuente empleada en el grito del jefe. A partir de ahora quiero probar diferentes efectos con varios tipos de letras para enfatizar algunos aspectos en particular dentro de la propia tira.

Estoy especialmente contento del resultadoen esta tira. Creo que ya se va notando el estilo de dibujo definitivo (a pesar de la no transparencia del campo absorvente).